Si pudiera devolverme en el tiempo,
y darle un mensaje a mi yo alterno
mas allá de los números de la lotería y los secretos del universo
simplemente le diría
no te enamores de nadie que conozcas en un paradero,
mas bien aléjate,
aléjate de los paraderos de buses, de las personas que se van,
de aquellos que no saben que ruta tomar,
no te enamores de nadie mientras esperas un helado en McDonald’s
mientras hablan acerca del futuro
y del plan perfecto para crear un museo moderno post-alterno post-milenio,
no te enamores después de salir de cine y hablar de como ambos fueron felices,
por las dos horas que durara la obra,
no te enamores mientras la llevas en carro,
mientras se acuesta en tus hombros,
mientras te cuenta su pasado
y te da un beso en cada semáforo,
no te enamores de nadie a la que le dediques un poema,
porque aunque las letras no sienten, la persona que las lee te hiere,
no te enamores de nadie que te bese y luego se aleje
ni tampoco de alguien que sea un Aries ascendente
no te enamores porque te estés sintiendo solo,
ni porque la vida te vaya dejando escombros,
no te enamores de nadie que te oculta,
con la que te besas en ascensores sin culpa,
pero que al salir al pasillo, ni una mirada te busca,
no te enamores y ya, podría ser el consejo ideal,
pero en este mundo irracional,
he aprendido que algunas veces es necesario saber amar,
pero también es igual de importante poder olvidar